''Traemos un repertorio que abarca lo más representativo de la música popular cubana, de la tradicional y de la actual'', dice Juan de Marcos, director de los Afro-Cuban. Su presencia en proyectos musicales anteriores como Sierra Maestra y la mítica agrupación sonera Buena Vista Social Club son la mejor carta de presentación.
''Lo que van a ver'', explica, ''es un recorrido por los géneros más importantes de la música cubana: la guajira, el son, y el danzón, pero con orquestaciones que incorporan, sin perder el acento tradicional, acordes contemporáneos, secuencias, y elementos del jazz afrocubano y con mucho espacio para las improvisaciones'', comenta De Marcos.
''Y tenemos además'', añade, 'un repertorio con piezas más recientes con ritmos como la timba, no la ortodoxa, la de salón, con la que se identifican y disfrutan las nuevas generaciones que vivieron el boom que ocurrió en Cuba con este fenómeno a partir de los años 90. Traemos una versión salsera de Amor verdadero, una guajira del compositor cubano Cheo Marquetti, uno de los grandes improvisadores cubanos junto a Beny Moré, a Joseíto Fernández y a Cándido Fabré. Incluimos además Barbaridad, Reconciliación, Gliceria 5:00 a.m., On The Road Again, Laura at The Paradise, No' vamo' a la Rumba, Yo soy tiburón, Yaimara's Groove, A María le gusta, Sabrosura natural, La mujer del bárbaro, Addimu a Chango, y Nacho's Pilón, de Machito Herrera.
La Afro-Cuban All Stars la integran una élite de cuatro generaciones de músicos radicados desde hace varios años fuera de Cuba. Se le considera una banda todos estrellas, una suerte de dream team, virtuoso y enérgico, que incluye a seis de los miembros originales de Buena Vista.
''Tenemos a Chauro Muñiz'', explica Juan de Marcos, ``el trompetista original de la orquesta de Ibrahim Ferrer, a Miguelito Valdés, trompetista de Buena Vista y director de la orquesta que acompañaba a Omara Portuondo, y a Ivo Rivas, otro de los trompetistas. Ellos eran la generación de jóvenes que tocaba en Buena Vista. Tenemos también a Alberto Muñoz, trombonista, y a Gliceria Abreu, nuestra manager. Esta alineación, un término beisbolero muy cubano, la completamos con Machito Herrera, Calixto Oviedo, Emilio Suárez, Ignacio Herrera, José Espinosa, Yaure Muñiz, Alberto Martínez, Alberto Pantaleón, Alex Carrasco, Evelio Durán, Jorge Reinier, José Gil Pineda, y William Bach, músicos cubanos que han ido a parar a diferentes partes del mundo''.
''Lo de Miami es sorpresivo, es una de las capitales indiscutibles de la música latina. A pesar de no tener los elementos culturales de otras ciudades como Boston o Nueva York, es una plaza fuerte para la salsa como lo es la propia Nueva York, Londres o Amsterdan. Aunque no la escogimos para finalizar la gira por nada en particular, esta visita está llena de simbolismos'', agrega.
``Aquí hay una confluencia de varias generaciones de compatriotas. La primera es la de aquellos que llegaron entre los años 60 y los 70 y que se identifican con la música que marcó época desde mediados de cuarenta hasta finales de los cincuenta, y que definitivamente significó un gran aporte a la identidad nacional cubana. La segunda es esa generación más joven, que donde quiera que la encontramos sigue aferrada a sus raíces. Este trabajo es un tributo a nuestra música que comenzamos con el proyecto de Buena Vista Social Club en Cuba, y que seguimos haciendo por todo el mundo.''
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