Cuba añora la época de su gloria en el voleibol para hombres, aquella entre 1991 y 1999 cuando fue casi la única amenaza para la dinastía de Italia en la Liga Mundial; extraña sobremanera ese período, saciado con cinco subtítulos, una medalla de bronce y, especialmente, el cetro de 1998, para convertirse en la tercera selección que bajó de lo alto del podio a los bambinos.
Lo añora, lo extraña sin límites y quiere volver por méritos propios al salón VIP de esta competición tan pronto como en la XX edición, por donde se ha propuesto comenzar a mitigar la sequía de resultados relevantes estables, en todos los niveles, durante la primera década del siglo XXI.
Raúl Diago, acomodador indiscutible entonces, encarna la nostalgia por el ciclo dorado y también la estirpe de las selecciones. Por eso no asombran sus palabras en la presentación de la Liga 2009, que develaron confianza sin frenos en un gran rendimiento del equipo Cuba.
Diago sabe cuánto cuesta crecer colectivamente en este deporte, reconoce la extrema juventud del seleccionado criollo, advierte lo complicado que es el grupo de clasificación. Y, no obstante, cree posible llegar a la final, a donde acceden los ganadores de cada uno de las cuatro llaves junto con el anfitrión de la etapa definitoria y un equipo invitado por la FIVB.
No obstante, cree que el equipo de Cuba puede incluirse, por derecho propio, entre los mejores seis equipos de la XX Liga, y lo declara al mundo sin titubeos.
"Para estar en la final, como es nuestra aspiración, debemos ganar 8 ó 9 juegos", dijo y apoyó sus palabras con elogios para la estatura del equipo, la etapa previa de preparación física y la experiencia del DT Orlando Samuels.
Precisamente Samuels, técnico de Diago en el ciclo dorado del voleibol cubano, mostró más mesura cuando fue interrogado acerca de las posibilidades de sus dirigidos en la Liga Mundial.
"Nuestros muchachos tienen talento y sabe crecerse", acotó poco después de afirmar: "Vamos a empezar de nuevo porque esta es una selección diferente a la del ciclo olímpico anterior, son muy jóvenes y eso puede ser una preocupación.
"Estamos en un grupo con Rusia, para mí el mejor equipo del mundo, y Bulgaria, un contendiente muy competitivo siempre; por lo que clasificar será bien complejo".
Declaraciones a un lado, es un hecho que la vigésima Liga Mundial puede significar el inicio del regreso de los cubanos a la elite, dominada ahora por Estados Unidos, Brasil, Rusia y Serbia, principalmente.
Después de años de inestabilidad en las nóminas, se ha logrado una formación dotada de talento, disciplina y compromiso con el proyecto de Diago y Samuels, que garantiza, al menos, comparecer en la raya de arrancada con las armas corrientes para contender.
Talento, disciplina y compromiso, sin embargo, pueden no bastar, porque los cubanos están pensando en grande: quieren sorprender en la Liga, es cierto, pero por sobre todo quieren dar la clarinada de que están en camino de cotizarse como antaño en la bolsa de valores de la Federación Internacional.
Para ello, la selección criolla debe, primero, estabilizar una sexteta abridora, mejorar la recepción y la concentración en disputas definitorias, decantarse por un líder dentro de la formación e ir paso a paso sin poner oídos a los pronósticos.
Eso, con los resultados por escudo, claro, los ayudaría a crecer colectivamente a la par que individualmente, pues estar entre los mejores del mundo exige rendimiento homogéneo de más de siete y ocho hombres.
Y también les dotaría de la confianza necesaria para encarar a los más calificados, la confianza para regresar al salón VIP del voleibol mundial y, lo más importante, mantenerse allí contra viento y marea.
Hoy y mañana, en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, Bulgaria, el rival en la Liga, es un examen exigente. Apenas el primero de los muchos que tendrán que superar los cubanos para convencer a los especialistas y saciar la apetencia de los aficionados, ávidos de verlos otra vez entre los grandes.
JUGADORES DEL EQUIPO CUBA
CENTRALES: Roberlandy Simón, Odelvis Dominico, Osmany Camejo, Darien Ferrer y David de la Torre. OPUESTOS: Rolando Cepeda, Raydel Delgado, Fernando Hernández y Michael Sánchez. AUXILIARES: Wilfredo León, Yoandry Leal, Miguel A. Dalmau, Henry Bell y Leonardo Leyva. PASADORES: Raydel Hierrezuelo, Yoandri Díaz y Lian Sem Estrada, y los opuestos. LÍBEROS: Keibel Gutiérrez y Gustavo Álvarez.
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